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Resumen
El cumplimiento normativo conocido por su traducción al inglés compliance, significa actuar conforme a las leyes y regulaciones vigentes. Su importancia radica en que las empresas desarrollan herramientas de gestión para prevenir, detectar y sancionar conductas infractoras de la ley, lo que fortalece la confianza de los clientes, garantiza la ética y la legalidad en las operaciones, reduce los riesgos legales y financieros, y mejora la reputación de la empresa.
Es un desafío para el entorno empresarial moderno la promoción de una cultura de cumplimiento que incluya directrices a lo interno de la empresa y un código de ética, con el fin de capacitar de manera continua al personal, lograr una comunicación asertiva que facilite las denuncias por parte de los colaboradores, identificar los riesgos y aplicar sanciones. En mi opinión, la cultura de cumplimiento se enfrenta a dos grandes retos, el primero es el desconocimiento de la normativa, y el segundo es que la obtención de beneficios económicos esté por encima de lo que establece la ley.
Para lograr una correcta aplicación de las normas de cumplimiento, es necesario que dentro de la estructura organizacional de la empresa se cuente con un departamento u oficial de cumplimiento, que tenga la libertad de realizar su trabajo en apego a la ley y sin presiones.
Los programas de cumplimiento ofrecen importantes ventajas al sector empresarial, porque generan confianza en el mercado, ya que envían señales positivas del compromiso con la transparencia, buenas prácticas y medidas sostenibles amigables con el medio ambiente. Los clientes, inversionistas y posibles aliados se sienten identificados con las empresas que cuentan con una cultura de cumplimiento sólida que visibiliza su compromiso ético y de responsabilidad social empresarial, lo que también atrae a buenos profesionales a ser parte de la empresa.
En la actualidad, el cumplimiento normativo y la responsabilidad penal corporativa juegan un papel importante dentro de las empresas, que están llamadas a ser parte de la lucha contra el lavado de dinero, financiamiento del terrorismo, financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva, y otras figuras delictivas. Se debe trabajar en reforzar la cultura de cumplimiento con el objeto de que entidades gubernamentales, personas naturales y jurídicas se sumen al desarrollo de buenas prácticas como requerimiento de los mercados modernos.
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