EDITORIAL

 

 

José Alberto Nieto

Rector de la Universidad UMECIT, Panamá

rectoria@umecit.edu.pa

 

 

La Organización Mundial de la Salud, en esta época de crisis sanitaria, ha sido un organismo que ha demostrado un rol de liderazgo mundial desde que el SARS-CoV-2 estallase a nivel global. Su inherencia institucional ante el control de las enfermedades infecciosas y la coordinación de la respuesta internacional, le ha llevado a proponer no solo medidas, sino posibles soluciones, desde un arduo trabajo colaborativo realizado con todos los países que la integran.

 

Uno de los aspectos más importantes a resaltar es lo concerniente a la investigación científica en la temática, lo cual es fundamental. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS ha manifestado que “hay preguntas que necesitan respuesta y herramientas que han de desarrollarse con la mayor celeridad posible. La OMS está desempeñando una importante función de coordinación al reunir a toda la comunidad científica para determinar las prioridades en materia de investigación y acelerar los avances”.

 

Diversos organismos y en general los Estados, unos en mayor y otros en menor medida, han aportado recursos para el control de la pandemia y uno de los aspectos claves ha sido no cesar la actividad científica desde un trabajo global y conjunto y entonces allí, cabe destacar lo importante de la rigurosidad en la investigación, la precisión en los resultados, la disposición de los recursos de diversa índole que se requieren para la labor investigativa y lo más importante,  recursos humano altamente calificado.

 

Las consecuencias del impacto negativo del COVID-19 en la sociedad son evidentes, sin embargo, se reconoce que, para la investigación, fue una oportunidad.

 

En tal sentido, la educación superior como institución llamada a generar conocimiento y solución a los problemas del entorno, se enfrenta a algunos retos clave en el presente y en el futuro. La digitalización educativa y la educación tecnológica es y será una herramienta para lograr una educación más inclusiva. Pero además de ello, de estas crisis hemos obtenido como parte de los aprendizajes, valorar la importancia de fomentar y aportar recursos en la I+D+I.

 

Mantener la innovación y el talento como un motor para seguir avanzando en la investigación en todas las áreas del conocimiento, tomando en cuenta que la pandemia y sus consecuencias, han permeado todos los ámbitos y como universidad tenemos el compromiso de convertirnos en agentes activos en estos procesos de recuperar, no solo la salud, sino la reactivación del desarrollo económico y social del mundo.

 

En este número 3 de nuestra revista SALUTA, nos ofrece reflexiones y experiencias en medio de esta crisis. Es un aporte más frente a la necesaria actualización en este campo del conocimiento, especialmente importante hoy en día.

 

 

SALUTA ISSN Impreso: 2519-0083 ISSN Electrónico: L2644-4003 Año 3. Número 3. Enero - Junio 2021