DIVERSIDAD CULTURAL Y EDUCACIÓN: EL RESCATE DE LA IDENTIDAD EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

 

 


Ingry Carina Coy Chacón1

Universidad Metropolitana de Educación, Ciencia y Tecnología, Panamá kbon1526@gmail.com

ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-9661-1281

 

 

 


Marcela Angelina Aravena Domich2

Universidad Metropolitana de Educación, Ciencia y Tecnología, Panamá Domich2@yahoo.com

ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-6951-0960

 

 

 

 

 

DOI: 10.37594/oratores.n14.536

Fecha de recepción: 12/04/2021                         Fecha de revisión: 10/05/2021                Fecha de aceptación: 12/06/2021

 

“Hay que preocuparse menos por lo que se extingue que por lo que se transforma”

Canclini (1989, p.17)

“La raíz nunca se extinguió, aún prevalece en el modernismo y seguirá      expandiéndose, cuando

las raíces están bien fundamentadas”

(Coy, 2020)

 

RESUMEN

 

Tradicionalistas y modernistas, preservación de lo auténtico frente a la globalización, “arte por el arte, conocimiento por conocimiento” Canclini (1989, p. 17), situación sin fronteras, intervención de la experimentación e innovación, mitos por el conocimiento científico, artesanía por explotación de recursos, cambio del libro y la lectura por la masificación de los medios de comunicación e información y su escasa profundidad de la palabra. En este escrito, se mantiene una postura desde la pertinencia y el amor por la historia, la identidad cultural y la educación. Se considera en este relato, auno entre los cientos de pueblos indígenas de Colombia, a los Mhuysqas, tomados como caso de estudio, en una experiencia de vida y educación desde las raíces indígenas y desde el homeschooling. Así, se parte como premisa de transformación en un mundo multicultural, una Colombia biodiversa con identidad y subjetividades hacia la interculturalidad, como camino hacia el rescate de las tradiciones y la ciudadanía moderna. Una mirada de la cultura e historia del pueblo Mhuysqas y la formación de un niño, en el cual se convoca el reconocimiento e identidad en el multiculturalismo y para la interculturalidad, desde la educación como motor de cambio, con una visión moderna de la globalización, con el objetivo de seguir innovando en las prácticas educativas a través del reconocimiento de las raíces culturales y la búsqueda de una sociedad identitaria.

 

Palabras Clave: Mhuysqas, historia, Identidad, Multiculturalidad, Interculturalidad.

 

 


1 Licenciada en Física. Especialista en Bioingeniería. Especialista en Administración de la Informática Educativa. Magister en Gestión de la Tecnología Educativa. Estudiante de Doctorado en Educación Universidad UMECIT Panamá

2 Doctora en Ciencias de la Educación. Magíster en Políticas Sociales y Gestión Local. Licenciada en Trabajo Social. Postgrado Universidad de Barcelona. Docente Doctorado en Ciencias de la Educación UMECIT Panamá


 

 

CULTURAL DIVERSITY AND EDUCATION: THE RESCUE OF IDENTITY IN CONTEMPORARY SOCIETY

ABSTRACT

 

Traditionalists and modernists, preservation of the authentic in the face of globalization, “art for art, knowledge for knowledge” Canclini (1989, p. 17), situation without borders, intervention of experimentation and innovation, myths for scientific knowledge, crafts by exploitation of resources, change of books and reading due to the massification of the media and information and their limited depth of the word. In this writing, a position is maintained from the relevance and love for history, cultural identity and education. In this story, one among the hundreds of indigenous peoples of Colombia, the Mhuysqas, taken as a case study, is considered in an experience of life and education from indigenous roots and from homeschooling. Thus, it starts as a premise of transformation in a multicultural world, a biodiverse Colombia with identity and subjectivities towards interculturality, as a way towards the rescue of traditions and modern citizenship. A look at the culture and history of the Mhuysqas people and the formation of a child, in which recognition and identity in multiculturalism and for interculturality are called, from education as an engine of change, with a modern vision of globalization, with the aim of continuing to innovate in educational practices through the recognition of cultural roots and the search for an identity society.

 

Keywords: Mhuysqas, history, Identity, Multiculturalism, Interculturality.

 

INTRODUCCIÓN

El presente escrito permite dilucidar la importancia de las raíces multiculturales en los niños, la comunidad y en la sociedad colombiana, porque evidencia un lazo profundo en el reconocimiento de la identidad. Inicialmente, se invita a un breve pasaje por la cultura Mhuysga para reconocer el valor inigualable que estos individuos dan a la tierra, al cultivo, a los elementos naturales, mitos y tradiciones. Desde allí, se incorpora en una historia real, única, identitaria, la vida de Jaco, un niño, una semilla de humanidad, semilla de esperanza.

 

El contraste de las culturas ancestrales con el mundo moderno actual, globalizado, a veces inhumano, individual y centrado en lo material, permite observar y construir las posibilidades en la educación que se presenta como el camino de transformación, de reconocimiento, de cambio ante la homogeneización y desigualdad, establecer divergencias y convergencias entre la formación de la cultura de la educación institucional y la no institucionalizada.

 

Pasar desde una mirada multicultural hacia otra con sentido intercultural, que permita el diálogo intenso y sostenido entre los distintos actores sociales y de la educación. La convivencia, símbolo del respeto por el otro, de alteridad, pensar en el respeto por la tierra, la conservación del medio ambiente, de una sociedad sostenible y consciente de los recursos naturales que posee. Desde la tolerancia continua, en donde el pensamiento y la opinión constituyen valores significativos, situaciones emergentes de la comunidad, de la tradición y de la escuela institucionalizada o no, como centro de transformación, de participación, humanización, cultura e historia local. Según Bauman (1999) citado por Arias (2007), “la cultura es todo cuanto produce el ser humano, ello es lo que le otorga sus categorías identitarias” (p. 5)

 

Una identidad marcada en la historia de los pueblos y las culturas de los países que sufren la colonización y que evidencian en sus luchas, la búsqueda de la igualdad, la justicia y el respeto. Una sociedad como la colombiana, que ha perdido las conexiones con la madre tierra, los saberes, las cosmovisiones, las formas de vivir y, que entre la ansiedad de recuperar sus identidades, se embarca en un camino de desaprender y aprender para una sociedad más colectiva (Walsh, 2009b), una pedagogía de transformación, con pensamiento crítico, hacia el diálogo en la interculturalidad.

 

La historia de la multiculturalidad hacia la interculturalidad y los cambios conceptuales y pragmáticos, así como la transformación educativa en sus modelos y sistemas, permiten encontrar relaciones intrínsecas entre la teoría y la práctica, no siempre se encuentra la verdad en lo que se cree, que es la línea conductual del mundo. No necesariamente se debe estar sumergido en la globalización y sus tendencias, situaciones en las vive la sociedad del conocimiento. La historia de Jaco ,invita a ver desde un punto de referencia distinto, lejos del mundo occidental, en la construcción de la identidad, en la educación en casa, una educación no institucionalizada, que permite encontrar nuevos aprendizajes gracias a la vivencia y relación con el contexto.

 

Reconocer que aún permanece en las raíces de los pueblos, esta sabiduría de la naturaleza, encontrar caminos esperanzadores en las prácticas educativas, en el pensamiento crítico y complejo que entrelaza la institucionalidad y la no institucionalidad de la educación, saber que aún en la diversidad, la lucha por la igualdad y la justicia sigue latente, caminando hacia el mejoramiento de la sociedad en se vive y se deja a las futuras descendencias.

 

El ensayo cuenta con cuatro partes, la primera refiere a la cultura del pueblo Mhuysqa, dentro del cual se reconocen y respeta a la comunidad, su gente y sus tradiciones ancestrales. La segunda, da cuenta de la historia de Jaco y de cómo se ha insertado en la comunidad, cómo concibe la tierra, las costumbres, su visión de la educación y del respeto por la cultura. La tercera, entrega una relación entre la multiculturalidad y su paso a la intercultural como ejercicio de respecto y valor para todas las comunidades que conviven en el país. Finalmente, se encuentran las reflexiones finales que dan cuenta de la posibilidad latente de rescatar la identidad de los pueblos y de la sociedad colombiana, mediante el reconocimiento y valoración de las raíces. La historia de Jaco, justamente ejemplifica que ese proceso es posible.

 

ASPECTOS TEÓRICOS:

Los Mhuysqas significado de gente.

“Hytchaguymhuysqa”: “Yo soy mhuysqa”

 

La comunidad Mhuysqas abarca desde el páramo de Sumapaz hasta la Sierra Nevada del Cocuy. Veneran y respetan la naturaleza, sus fuentes de agua, lagunas, piedras y montañas. Valoran el cultivo de la tierra, la siembra de su propio alimento y lo enseñan como uno de los saberes más significativos que dejan a sus semillas de nueva humanidad, es decir sus hijos y los niños (Fundación Universitaria Cafam, 2017). Pero no sólo cultivan la tierra, cultivan el alma, la mente y el espíritu. Las lagunas son consideradas como lugares de ofrenda, reflexión, plegaria.

 

Dentro de la concepción cosmológica el sol, la luna, el arcoíris y el relámpago adquieren significado. Son considerados grandes tejedores, orfebres, metalúrgicos, alfareros, botánicos, alquimistas y artesanos, pero siempre con el respeto hacia la madre tierra, llamada Chiwaia y el padre Chipaba. Tienen valor por los elementos como el fuego, el agua, la tierra, el aire y poseen cuatro códigos animal, vegetal, mineral y humano.

 

Para los Mhuysqas la torsión del universo, representada simbólicamente como un espiral, significa que el mundo está maravillosamente ordenado, “las diferentes culturas están conectadas con las fuerzas de la tierra, el espiral como fuente energética, expansiva y la energía cósmica encarnada por el sol y la bóveda terrestre” (Fundación Universitaria Cafam, 2017, p.18) “Las comunidades Muiscas existen desde hace más de 30 mil años en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander” (El Sirirí 2018, s/n). Prueba de ello son los nombres de la mayoría de sus municipios, fuentes de agua, lagunas y sitios naturales(Fundación Universitaria Cafam, 2017). Desde la educación de los niños, es importante rescatar el conocimiento de la naturaleza, la botánica y la autorregulación que poseen, el valor por la naturaleza, el rescate de la semilla de humanidad y de la conservación de lo que se tiene.

 

Jaco una semilla de humanidad.

La experiencia educativa que se relaciona en éste escrito, es la experiencia de vida que ha experimentado una joven mujer de aproximadamente treinta y tres años y su hijo Jacobo de nueve años. Diana Casteblanco, nacida en Bogotá, es la tercera de cuatro hermanas de padre Boyacense y madre Bogotana, estudió Licenciatura Infantil en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

 

Su primera conexión con sus raíces Muysca fue cuando su señora madre le enseñó a tejer, desde ese instante sintió un llamado de la naturaleza, una conexión con el tejido y su significado, una especie de cosmovisión y un modo de vida alejado de lo superficial del mundo tradicional, del capitalismo y de todo sistema económico y político impuesto por el Estado.

 

En su paso por la Universidad, rechazó las teorías occidentales y sobre todo descontextualizadas que le presentaron en el currículo, modelos pedagógicos, teorías, currículos y programas aplicados a una realidad ajena a los niños y familias que enfrentan otros contextos, con diferentes estilos de crianza, con necesidades y proyecto de vida alejados de las costumbres y culturas euro occidentales.

 

Su esencia, su forma de vestir, su alimentación, todo en Diana es pensamiento ancestral y espiritual. Lleva muchos años aprendiendo de los pueblos indígenas, es autodidacta y lee sobre sus ancestros con una relevancia impresionante, con un amor y una magia que lo hace rico e interesante, realizó varios viajes, entre ellos al Putumayo buscando ese acercamiento con la naturaleza, sus pueblos con la sabiduría, por supuesto viajó con Jacobo, su hijo.

 

Regresó a Bogotá y siguiendo su esencia se vinculó a Nativa, un restaurante de una familia que pertenece a la comunidad Mhuysqa, primero como cuidadora de los hijos, después comenzó a trabajar en la atención de los clientes, pero su propósito siempre fue cultural, conocer cada vez más sobre sus raíces y la cultura, puesto que allí se atienden diversidad de personas de muchas culturas, visitan Nativa, por el conocimiento, la sabiduría ancestral que ofrece, sus alimentos veganos y sus productos medicinales entorno al tabaco, la coca, la marihuana y por su puesto relacionados con el tejido. Nativa ubicada en el centro de la ciudad de Bogotá, permite saborear la curiosidad y el interés de muchas personas, en especial de visitantes extranjeros, que persiguen la sabiduría y el sabor de sus productos.

 

El Cabildo Mayor se propone contribuir al rescate de la ley de origen ancestral y propende por el rescate de las tradiciones y costumbres músicas, como la preparación de la fabqua, o chicha que se sirve en totuma y rota por todas las manos, los partos en casa, la agricultura y conservación de la semilla ancestral. Los rituales y prácticas originarios del territorio, las danzas, la lengua, mhuyscubum y su cultura. El Cabildo Mayor Muysca Oriente, éste reúne a un numeroso grupo de personas y cerca de treinta familias en Fomeque, Ubaque y Choachí, que se autoreconocen muiscas y que propenden por la aseguranza de vida para las nuevas generaciones de ese territorio matriz de agua”.(El Sirirí, 2018, s/p )

 

En esta comunidad, el Gobernador es Andrés Buntkua Yari Maku, elegido por ser el más sabio. Dirige, aconseja, conoce sobre medicina natural y enseña sus conocimientos a los integrantes de la comunidad, se reúnen alrededor del fuego, porque para ellos representa un abuelo sabio que enseña y aconseja, que da claridad a la palabra. Sus actos se organizan alrededor del calendario cósmico.

 

Diana atribuye según su aprendizaje, que para los Muiscas todos los seres humanos que habitamos la tierra son el cuerpo de la madre de tierra. Esta idea es considerada la Ley de Origen, la Sierra Nevada de Santa Marta, es el corazón de la madre y que, por ejemplo la región Andina es el Útero, por tal motivo existen tantos yacimientos de agua en ésta región. Diana es vegetariana, varios de los integrantes de la comunidad lo son, ellos no son propiamente veganos o vegetarianos, quien lo es, lo hace por gusto, no es un sufrimiento ni sacrificio, los que comen carne, cuando matan un animal lo hacen bajo un ritual de respeto por la vida del animal.

 

Su calendario está regido por los solsticios y los equinoccios, cada 21 de Diciembre cuando ocurre un solsticio celebran el año nuevo, se convocan, se sientan alrededor del fuego y comparten su sabiduría, penetrando en una sensibilidad receptiva y mente imaginativa, de estructura práctica y funcional, luchan por la conservación de lo que tienen, sus terrenos, sus tradiciones, su cultura.

 

Jacobo no ha ido al colegio o a la escuela, el practica lo que se conoce en varias partes del mundo como Homeschooling. En Colombia, según la Red Colombiana de Educación en Familia, toma cada vez más fuerza, aunque en su gran mayoría se hace por cuestiones religiosas, existen actualmente aproximadamente 8000 niños estudiando bajo esta modalidad (Mena, 2020), aunque pueden ser más, pues no hay Censo en Colombia más actualizado.


 

No existe ninguna normatividad al respecto, pero es aprobado ya que en la Constitución Política de 1991 en el Artículo 27 señala “el Estado garantiza las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra”. Además, el Artículo 67 menciona que, “la educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura”. Por otro lado, y si se mira el Artículo 68, que refiere a que “la enseñanza estará a cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica. Los padres de familia tendrán derecho de escoger el tipo de educación para sus hijos menores”.

 

Los padres de familia tendrán derecho de escoger el tipo de educación para sus hijos menores, en éste sentido un niño que tenga su educación en casa puede finalmente presentar un examen de validación ante el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación Superior (ICFES), en caso de ser requerido por una persona que quiera después de su proceso educativo continuar con los estudios superiores en la Universidad.

 

Se conocen al respecto varios casos de profesionales reconocidos en Colombia, que estudiaron con la modalidad del homeschooling y demostraron resultados muy favorables, es preciso aclarar que, antes de iniciar un proceso como este se debe analizar los pro y los contra, ya que es un proceso que requiere de mucha paciencia, libertad, confianza, flexibilidad y disposición, afirmaErwin García, actualmente magíster en Educación de la Universidad Nacional de Colombia, quien refiere a los múltiples beneficios y requerimientos en este tipo de educación.

 

Jacobo tiene nueve años, su aprendizaje es significativo, vivencial, práctico, por ello ha realizado varios cursos, el de natación lo practicó a los dos años, Astronomía a los 4 años, Música y Defensa Personal lo práctica actualmente. Lee perfectamente, le gusta los cuentos y leer sobre sus raíces culturales, tiene una gran capacidad para interpretar los textos, escribe perfectamente el español y gran parte de su lengua indígena, su caligrafía es muy buena, se comunica con bastante afluencia y con todo tipo de personas, no es tímido, no le da pena preguntar ni responder, es muy argumentativo y crítico, participa también en la comunidad, de la cual aprende la cocina, y eso le gusta mucho, dice que quiere ser un Chef, estudiar gastronomía porque ha visto y aprende el sabor de los alimentos, lo cual disfruta mucho.

 

Es muy independiente, desde muy pequeño, se baña, viste y escoge su ropa, su cabello es largo y hermoso, su piel es trigueña y sus ojos negros profundos, habla con mucha propiedad de su cultura y defiende sus tradiciones, defiende la naturaleza, valora hasta el más pequeño de los insectos, no los mata, al contrario los toma en sus manos, los observa, trata de dejarlos cerca de su habitad, sin miedo, sin tapujos de nada. Conoce muchos tipos de plantas, sus nombres, pero también sabe para qué sirven, distingue cuáles se pueden consumir cuales son venenosas.

 

“Su aprendizaje está en su experiencia de vida, en la práctica con la naturaleza, en la conexión con todo lo que se relaciona” como lo expresa Diana, su madre. Sus padres lo llevan a bibliotecas, ludotecas, teatros, conciertos, viajes, todo aquello en lo que pueda disfrutar y aprender del mundo que lo rodea. Porque desde pequeño sus padres le enseñaron que todos los espacios y ambientes son de aprendizaje, un aprendizaje según Diana, “que está a favor de las capacidades del niño”, que no lo homogeniza, que le permite ser quien es y experimentar la vida misma como ese campo de acción, sin cohibirse al desarrollo de sus habilidades y capacidades, con el amor y el gusto por aprenderlo.

 

La educación de Jaco, como lo llama su madre, es la vida misma, todo el tiempo está aprendiendo, no depende de un sistema, desarrolla su potencial y aprende mucho en casa, según su madre“el niño aprende que el mundo es grande y diverso y hay muchas oportunidades fuera de otros espacios”. Diana desea que viaje mucho por el mundo, aprendiendo muchas culturas, como el niño quiere estudiar gastronomía, le inclina a conocer los alimentos de esas culturas, los típicos, nativos, los que den sus tierras, que pruebe y así obtendrá muchos referentes para convertirse a futuro en un gran Chef.

 

Le enseña que hay que aprender en comunidad, todos los integrantes, aportan y enseñan desde sus saberes, desde lo que son. Así mismo, Jaco se apropia de las personas, pregunta con mucho interés los significados de palabras, símbolos, en él la vida es curiosidad y ganas de aprender. Aprender en interacción con la comunidad, no hay castigo, Diana le permite espacios de reflexión, para que él canalice sus energías y reconozca cuando su comportamiento no es el debido, permite que sea crítico ante las situaciones.

 

Cuando cumplió siete años, participó en el ritual de paso, este se celebra cada siete años de vida. En él, la comunidad es convocada alrededor del fuego, realizan una conexión con la madre tierra, comparten su tradicional y comida; en los siete de Jaco, le entregaron símbolos que tienen significados importantes para cada individuo y para la comunidad, por ello entregaron un cinturón que debe llevar en su cintura, simboliza la conexión con la madre tierra, cada persona entrega un regalo desde lo que es. Se entrega además, la primera mochila, símbolo del útero de la madre tierra, esta debe ser tejida por su madre, ya que todas las mujeres aprenden a tejer; le entregaron tres tabacos (Hoska), porque este significa otro abuelo, que otorga sabiduría y protección, además de ser para ellos muy medicinal.


 

Como proyecto de comunidad, el Cabildo Mayor Muysca Oriente, según el Sirirí (2018), proyecta sus acciones al rescate de la ley de origen ancestral y propende por la reivindicación de las tradiciones, se basa en la recuperación de la cultura. Uno de los objetivos es la consolidación del territorio, la siembra y la sostenibilidad, el no depender del Estado, es uno de los grandes retos que tienen como comunidad, ser autónomos.

 

Este también es el legado que Diana transmite a Jaco, que aprenda a sembrar su propio alimento, como por ejemplo, la preparación de la chicha o fabqua, que se sirve en totuma y rota por todas las manos para beberla.

 

El respeto por la naturaleza y la construcción de su propia casa, para ello la comunidad trabaja en su territorio, construyendo Ecoaldeas, utilizando reciclaje y productos de la naturaleza, realizan encuentros con otras comunidades, “Llamado a la montaña”, allí asisten otras organizaciones que están vinculadas, como la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), toman decisiones y comparten los proyectos que realizan para sus beneficios.

 

El trabajo educativo consiste en el aprendizaje en comunidad, se reúnen y relacionan artesanos, filósofos, músicos, pedagogos, voluntarios, entre otras personas. Son fundamentales las enseñanzas de los abuelos, considerados ellos como pilares de conocimiento, “mantienen como tradición los partos en casa, la agricultura y conservación de la semilla ancestral, los rituales y prácticas originarios del territorio, las danzas, la lengua, mhuyscubum y su cultura” (Sirirí 2018, s/p).

 

Uno de los encuentros más significativos que se convierte en trabajo y aprendizaje, es la minga, es la oportunidad que tienen de visitarse en sus territorios y ayudar a construir, sembrar, tejer o cuidar de los niños cuando las mujeres han parido, contribuir con un panel solar, herramientas para construcción, semillas o alimentos, cocinan y construyen, pero siempre en comunidad y para la comunidad.

 

Dentro de los resultados más relevantes de la comunidad, está la conformación del Cabildo el 9 de diciembre 2018, en el parque Ubaque. Firmaron el nacimiento del Cabildo ante el Secretario de Gobierno de Ubaque Alfredo Mosquera Garay, en representación del Alcalde de Ubaque Edgar Orlando Aguas. Este es un hecho de mucha relevancia porque los constituye como indígenas ante otros organismos y les da su reconocimiento (El Sirirí 2018).

 

Diana en este paso, en su conexión y asentamiento por la comunidad, lo ve como expectativa de vida, pero en especial para Jaco. Un enfoque personal y comunitario, la felicidad, la claridad de sus raíces. Su hijo es considerado por la comunidad como una semilla de nueva humanidad que luchará por la conservación de la naturaleza. Jaco dice, “no puede estar destruyendo, ni pertenecer a un mundo consumista, que explota la naturaleza y piensa de forma individual”, es un niño que piensa en el cuidado y eso es una fortaleza muy grande. El papel de los padres es prepararlo para su camino, que él tenga claridad de su camino y cómo poder transitarlo. Diana contribuye desde lo que es y desde su conocimiento.

 

El significado que tiene para ellos ser reconocidos como indígenas es muy importante. Espera contribuir con proyectos educativos que involucren a la comunidad, por eso su necesidad y la de ellos, es que los dejen vivir en sus territorios lejos de tanta violencia, de la guerra, de la explotación, del capitalismo. Quiere que respeten su cultura, sus tradiciones, desea caminar con los niños y contribuir con tejer los telares que expresen y sean símbolos de la escritura, de la historia de sus pueblos.

 

Multiculturalismo para la Interculturalidad

El concepto de multiculturalidad desde la mirada de Walsh (2009b) refiere a un término descriptivo, que indica las múltiples culturas que se pueden encontrar en un lugar determinado, sea este de índole nacional, local, internacional o regional, pero no necesariamente especifica que exista una relación entre estas culturas. Es un concepto que siguiendo con Walsh (2009b) marca una segregación cultural, construida dentro de dos contextos políticos, uno orientado a los grupos culturales subordinados marcados por las luchas en busca de la igualdad de derechos, con programas y tratos diferenciados, que promueven la justicia y la igualdad. El otro, está dirigido a un contexto de un Estado liberal que promulga la igualdad de derechos por ser una ciudadanía multicultural.

 

Prevalece en este concepto, aún desde las instancias internacionales, la sensación de que la solución a los problemas marcados en las minorías culturales, se subsana con normas y acuerdos políticamente establecidos por el Banco Mundial y otras entidades conformadas tras la globalización, dejando según Walsh (2009b) un escenario oculto de las realidades de desigualdad e inequidad social de estas culturas.

 

De acuerdo a la nueva agenda educativa para América Latina, los objetivos para 2030, creados para lograr los objetivos de desarrollo sostenible enuncia:

 

Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria.


La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos. (Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 26)

 

En la nueva agenda se presenta como uno de los desafíos, el desarrollo de las habilidades dando prevalencia a los intereses, motivaciones y talentos de una población más diversa, en la cual se debe reforzar aspectos de socialización e integración cultural, como sentires críticos de la compleja sociedad multicultural contemporánea.

 

Sin embargo, es preciso acotar de acuerdo con López (2011) y Muñoz (2002) citado por Martín y Jabonero (2017),la educación intercultural ha llegado a posicionar la diferencia como una oportunidad para la identidad sociocultural, teniendo en cuenta que esta situación debería permear en los sistemas educativos y lograr cobertura a poblaciones indígenas y no indígenas.

 

Según Ayuda en Acción (2018, s/p) “Colombia es una de las naciones con un mayor número de comunidades indígenas en Latinoamérica.”, existen alrededor de “102 comunidades indígenas, aproximadamente 1,2 millones de personas” (s/p), aun así muchas de esas comunidades son desconocidas en el continente. Según Ayuda en Acción (2018), es un país de una gran riqueza natural, biodiversidad y de culturas híbridas, provenientes desde la conquista europea, con costumbres civilizadas y una extremada modernización, que irrumpió en sus territorios. De acuerdo a Canclini (1989) “distorsiones mecánicas y presurosas desde las que a menudo se nos interpreta en las metrópolis, y que demasiadas veces repetimos como sombras” (p. 69).

 

Cuando se piensa desde el multiculturalismo, se hace desde la concepción de Giménez (2003) en un plano fáctico, diversidad cultural, lingüística, religiosa, pero también normativo, como el reconocimiento de la diferencia y el principio de igualdad. Es evidente que Colombia posee una amplia cultura, diversidad, migración no sólo internacional y nacional, también de migración local, en especial la ciudad de Bogotá, por ser la capital reside en ella aproximadamente ocho mil millones de personas, de diferentes partes del mundo, del país.

 

Bogotá se convierte en la oportunidad para muchos de salir adelante, oportunidades laborales, educativas, económicas, lo que promueve al olvido desde otra óptica, al ser habitada por personas de otras ciudades carece de amor, de cuidado, refleja la mezcla de colonizadores, indígenas y migrantes, y cada cultura actúa desde su identidad y falta de pertinencia, que abrazada a la desunión y las concepciones capitalistas, terminan en ese deseo desbordado de consumir y explotar, de esa globalización que como afirma Arias (2007) “mecanismo moderno para homogeneizar y totalizar para el dominio del mundo, las realidades del ser humano están sujetas a la realidad del mundo globalizado” (p. 4).

 

Bogotá es el resultado de la multiculturalidad, como afirma Slavoj Zizek ([1997] 1998) citado por Arfuch, Catanzaro, Di Cori, Pecheny, Robin, Sabsay y Silvestri (2005), el multiculturalismo como ficción política para adaptar al capitalismo, presenta beneficios sólo en papel, pero a la larga las acciones no son veraces y se alejan de la realidad, la lucha de los movimientos sociales y políticos de los indígenas por el reconocimiento y la consolidación de sus derechos, sigue siendo un largo camino, como dice Walsh (2009a) “reconocimiento, derechos y transformación social, también puede ser vista, a la vez, desde otra perspectiva: la que la liga a los diseños globales del poder, el capital y el mercado”(p. 2).

 

Hay que resaltar la realidad indígena plasmada en muchos documentales, como el Sendero de la Anaconda filmada en 2019, en donde se muestra la travesía del escritor canadiense Wade Davis por el conocimiento y reconocimiento de las comunidades indígenas que habitan sobre el río Apaporis, allí en la selva Amazónica y en donde se refiere sin cesar a las necesidades de los pueblos, el respeto de sus territorios y la naturaleza, “los occidentales se creen dueños de la naturaleza y la explotan sin límites” dice Robin Díaz, líder indígena, “hablan del respeto que sienten al cambio climático, porque saben que es la revelación de la madre naturaleza”, ellos, indígenas con el deseo de conservar, de reconstituir sus raíces, de trascender sus tradiciones y costumbres ancestrales.

 

La diferencia está, dice el escritor Wade (Reyes (Prod.) y Angulo (Dir.), (2019)), “en el sistema de creencias que cambia los panoramas frente a la concepción de esa naturaleza”, para ellos la Anaconda, la proyección desde los Andes hasta el Amazonas, es el conocimiento de los pueblos indígenas. Para los otros, los occidentales, los terratenientes sólo ven fuentes de recursos y explotación de hidrocarburos, una montaña es un cúmulo de piedra, sobre todo minería que pueden explotar y convertir en riqueza, la diferencia está en lo que se enseña al mundo, que es cada cosa, para ellos, los indígenas, la montaña es un dios de sabiduría, que enseña el valor de sus yacimientos, sus colores, el arte rupestre que yace en sus piedras, el indígena desde esa perspectiva actúa sobre la naturaleza.


Todos bajo un mismo cielo, en una misma tierra, en un mundo sobrepoblado pero sobre todo sobreexplotado. Los países de América Latina han vivido por años esta explotación, y las consecuencias se reflejan con el tiempo. Las capitales habitadas por migrantes, Bogotá un ejemplo más de ello. ¿Cómo lograr que sin deseos de discriminar a nadie, logre Bogotá ser amada, cuidada, respetada por sus habitantes? Si la tierra hablara, si nuestros árboles pudieran expresar su dolor, su nefasta contaminación asfixia la humanidad. Sus ríos, humedales y calles llenas de contaminación.

 

Puede ser entonces un camino para lograr la pertinencia y apropiación, el sensibilizar, viviendo desde estas comunidades, como el Cabildo Mayor, una experiencia de vida, brindar el conocimiento a nuestros niños, procurando mejorar la palabra, las acciones, el pensamiento de la nueva sociedad a partir de esas semillas de conocimiento. Conservar lo poco que nos queda, apartar las sociedades de la explotación y del capitalismo que desangra la naturaleza, como escribe Canclini (1989) “saber incorporar el arte y la literatura de vanguardia, así como los avances tecnológicos, a matrices tradicionales de privilegio social y distinción simbólica” (p. 72).

 

Se puede seguir siendo híbridos, pero conscientes, humanos, críticos y transformadores, híbridos como escribe Arfuch et al. (2005) “lo particular como producto de una ineludible hibridación no supone obligadamente una “perdida” de identidad sino quizá una apertura a nuevas posibilidades” (p. 34), porque desde la identidad de cada ser humano es que comienzan a formarse las familias y las comunidades, pero no para un pensamiento particular, sino comunitario, desde la propia identidad para aportar desde el saber y hacer, aun desde lo multicultural.

 

Pensar, desde la identidad referida en términos de Molano (2007), en el sentido de pertenencia que tiene una colectividad, puede ser desde una mirada geográfica o por las manifestaciones comunes y propias de ese colectivo, como son la danza, las tradiciones y rituales expresados como el patrimonio cultural de acuerdo con la UNESCO. Esta identidad más exactamente como identidad cultural continuando con Molano (2007), es un concepto en construcción, no es fijo, se alimenta de forma individual y colectiva y de manifestaciones externas y que desde el punto de vista “antropológico y sociológico surge por diferenciación y reafirmación frente al otro” (p. 73).

 

Para Canclini (1989) el concepto de identidad lo relaciona directamente con el patrimonio como la esencia de lo nacional, asociado a las conmemoraciones masivas, restauraciones de la sociedad celebrado como patrimonio histórico. En este sentido la identidad de las sociedades son constituidas y proyectadas como un bien común, que se preserva, lo contrario será la derrota, dejarlos desvanecer; desde el pensamiento colectivo, que se lucha desde la educación de las sociedades, una educación que sea institucionalizada o no se construye hacia la interculturalidad.


Trabajar desde la interculturalidad, en términos de Giménez (2003) relaciones interétnicas, interlingüisticas, interreligiosas como plano fáctico y desde el normativo, como la convivencia en la diversidad, así mismo una interculturalidad funcional que, según Tubino (2005) “enraíza el reconocimiento desde la diversidad y diferencia cultural” (p. 3) para la inclusión en el tejido social, así se podrá transformar y mejorar para una gran ciudad y un mejor país, más conscientes, respetuosos, mirar desde sus necesidades y tratar de sentirlas. Como escribe Giménez (2003), “la necesidad de distinguir entre la realidad social y política de las relaciones de hecho y las concepciones ideológicas y propuestas axiológicas o éticas de cómo deberían ser las cosas” (p. 10), cambiar el actuar, el sentir hacia la preservación de la naturaleza y el amor por la tierra, como desean las culturas indígenas.

 

Es el principio de la Interculturalidad, según Tubino (2005), la interculturalidad funcional significa “promover el diálogo, la convivencia y la tolerancia” (p. 3). Según Walsh (2009a) porque no cambia las diferencias de sus identidades ni subjetividades, no se preocupa por las causas de estas, sino que se encasillan en el mundo neoliberal, y es aquí donde las culturas deben luchar por una interculturalidad a favor de todas las comunidades

 

Diálogo, convivencia y respeto, porque la tolerancia, sería aguantar lo diferente, desde el respeto porque se puede trabajar por la misma meta desde las diferencias, minimizar el impacto capitalista. Una interculturalidad desde la acción, la transformación y desde la multiculturalidad en la concepción de Taylor (1992) citado por Arnaiz y De Haro (2004) con “lógica multicultural, potenciar la inclusión, y crear políticas de acomodación basadas en la justicia y en el reconocimiento” (p. 24).

 

Es necesario un cambio en los sistemas sociales, políticos, económicos que no centre al Estado como delineante de todas las estructuras. El neoliberalismo mercantiliza todos los recursos de un país, el ejercicio del poder político, siempre ha constituido el aumento de la pobreza, la marginalización, la desigualdad. Según Richard Sennett citado por Bauman (1999), “en la generación anterior, la política social se basaba en la creencia de que las naciones, y dentro de éstas las ciudades, podían controlar sus fortunas; ahora se abre una brecha entre la política y la economía” (p. 75).

 

Cada decreto, ley, norma es la oportunidad para la corrupción, desangre de los países subdesarrollados, para la explotación y la entrega de los territorios, sus riquezas, sus hidrocarburos, su potencial a países colonizadores, convirtiendo y aboliendo los sueños de las culturas. Como dice Arias 2007 “carecen de compromiso social al calcular la “efectividad” de la inversión, ya no es necesario tomar en cuenta el coste de afrontar las consecuencias” (p.17), es una lucha inacabable la que realizan los pueblos, cada identidad, cada líder multicultural, conservar los sueños de esperanza para las nuevas generaciones.

 

Potenciar la inclusión desde la sensibilización de las realidades, los valores, la pertinencia, la lucha por el reconocimiento y por la transformación, como enuncia Maalouf (1999, pp. 48-49), citado por Arnaiz y De Haro (2004), “la mayor esperanza para el establecimiento de la armonía es promover la expresión de nuestras múltiples identidades” (p. 24). Dicha interculturalidad requiere entonces del reconocimiento propio, de la pertinencia de la identidad. Diana no nació en el pueblo Muisca pero buscó sus raíces, y señala “todos somos Muiscas, todos tenemos raíces indígenas”, también reconoce a las personas de raíces españolas y de otros regiones, reconoce la hibridación, y trabaja desde esa identidad por su comunidad y por las nuevas generaciones.

 

Arnaiz y De Haro (2004) refiere a “la necesidad de que el sistema educativo forme a ciudadanos activos, críticos, solidarios, abiertos al mundo, conscientes de sus derechos y sus deberes” (p. 25). Entonces la tarea es también de los educadores, las nuevas generaciones que asisten al sistema educativo de influencia occidental, deben ser el pilar de transformación de las sociedades, en las manos de los profesores hay un reto sin igual, por ello las prácticas educativas son primordiales, para trascender en sus vidas y dejar sembrados en ellos raíces sabias que contribuyan al cambio, al amor por el mundo, por la naturaleza y al abandono del consumismo y del capitalismo como explotador de los recursos.

 

Las prácticas educativas deben ser críticas desde una educación intercultural como dice Freire (2004), citado por Walsh (2009a), que desarrollen un significado, un impacto y un valor como un acto pedagógico-crítico que intervenga en la refundación de la sociedad, críticas desde el desarrollo de las competencias y el trabajo colaborativo de los docentes y estudiantes, desde los nuevos caminos y tendencias educativas.

 

Una de estas prácticas es el Codiseño, vale la pena destacar esta propuesta de Rowland (2008), citado por Ayuste, A., Escofet, A., Gros, B., Payá, M. y Rubio L. (2018).

 

Se basa en la investigación y la innovación en el desarrollo de procesos colaborativos entre los agentes implicados,… El codiseño responde al paradigma sociocrítico o transformador, dado que pretende incidir en las prácticas de una comunidad superando limitaciones”…” se genera conocimiento en torno a los factores que posibilitan procesos de aprendizaje más significativos, conectando conocimiento práctico y conocimiento teórico”. (pp. 8- 9)


 

Esta estrategia requiere a su vez de “la participación activa de los agentes implicados se requiere en todo el proceso, desde la planificación inicial hasta el momento de la implementación, para asegurar que el diseño final responda realmente a sus necesidades e intereses” Ayuste et al. (2018, p. 8).

 

Desarrolla como metodología la investigación y la innovación educativa, con el objetivo de lograr la participación de los implicados. Así permite el desarrollo de nuevas competencias investigativas en el rol docente, situaciones que permiten la creación de posibilidades y proyectos nuevos, didácticos y pertinentes para las nuevas generaciones.

 

Retomar que, al igual de la educación institucionalizada, el homeschooling desarrolla los valores, principios e identidades de las familias y permite el desarrollo de las capacidades, destrezas y habilidades desde los intereses, motivaciones y perspectivas para una nueva sociedad. Mena(2020) Rompe los paradigmas de la educación institucionalizada al evidenciar la capacidad de relacionarse y entablar conversación con cualquier persona, como lo cuenta Diana la madre de Jaco y al hablar con el niño.

 

Aprender en espacios diferentes, con la curiosidad y la mirada lejos del sistema educativo, ofrece el pleno desarrollo de la personalidad, porque no hay presión, ni coerción de la escuela, no limita, ni ejerce segregación de grados y edades, desarrolla la creatividad y la experimentación desde la cotidianidad y el contexto real.

 

No se puede caer en como dice Walsh (2009a) en una interculturalidad basada en la diversidad cultural, en sólo una estrategia de dominación de los gobiernos para acrecentar el conflicto social étnico, de solo conseguir el reconocimiento territorial, sino luchar por sociedades equitativas, justas e igualitarias, por una interculturalidad que se entienda según Walsh (2009a) desde la construcción de “estructuras, instituciones y relaciones sociales” (p. 4) transformación desde la educación, las formas de pensar,  actuar y vivir.

 

REFLEXIONES FINALES

La identidad cultural necesita del reconocimiento individual pensando en una labor colectiva, en la que se requiere del esfuerzo y la responsabilidad social de todos los actores del proceso, se necesita del apoyo del estado, la familia, la educación, de todos los estamentos y organizaciones locales, nacionales, regionales e internacionales, unidos por un mejoramiento de la sociedad.

 

La importancia de reconocer desde las raíces, los valores, las esencias y las distintas formas de transformar el pensamiento, permite vislumbrar los caminos desde la multiculturalidad para la interculturalidad, desde el diálogo, la tolerancia y el respeto por la alteridad y el asentamiento de la identidad cultural para las nuevas colectividades.

 

La transformación del pensamiento, la palabra, la escritura, la historia, que continúa en cada una de las semillas que quedan en las aulas, el docente como transformador de semilla, por las que están y seguirán bien fundamentadas. El cambio ante sistemas occidentales, el neoliberalismo, donde prima el consumo y la explotación. La práctica educativa como símbolo de sociedades equitativas, igualitarias y justas, como esperanza de salvaguardar la cultura y la identidad.

 

Conocer y transmitir para la sensibilidad, para la consciencia en las acciones y en el pensamiento crítico y participativo, en la reconstrucción de los saberes, los sentires y la convivencia desde la diversidad, acciones que se construyen en todos los espacios de aprendizaje, en el aula, en los hogares, en los diferentes contextos de aprendizaje.

 

Los procesos de aprendizaje desde los intereses, motivaciones y perspectivas de los niños, en el autoconocimiento para el desarrollo y destreza de las habilidades con lo que se construyen los tejidos sociales, para un mundo que aunque inmerso en la globalidad dejará por sentados sus identidades y subjetividades críticas y transformadoras.

 

Entender que desde las diferentes prácticas educativas y desde el homeschooling se construye desde la diferencia y para la igualdad en las sociedades, un camino en el que desde todos los ámbitos y sistemas se aúnan esfuerzos por sembrar los cimientos y las posturas para sociedades más justas, más equitativas, más igualitarias, y sobre todo en el desarrollo sostenible, sin importar los espacios de participación.

 

Dejar a consideración que la consciencia del ser, se construye a partir del reconocimiento de la historia, en el camino de la identidad hacia la interculturalidad, cada individuo en su rol dentro de la sociedad y para ella, genera los caminos, deja las huellas y transforma la educación que trasciende en las acciones del diálogo y el respeto por la diferencia.

 

Por ello el caso de Jaco, es una esperanza de vida, de transformación, es una forma de reconocimiento de la identidad, del trabajo por la multiculturalidad, desde la interculturalidad, porque permite que en sus generaciones trasciendan sus raíces, sus tradiciones y su cultura, entonces la raíz nunca se extinguió, aún prevalece en el modernismo y seguirá expandiéndose, cuando las raíces están bien fundamentadas.


 

Por ello, conocer las raíces de los niños y niñas que están en sus aulas, es conocer la historia y marcarla en su camino, como símbolo de autorregulación, de pertinencia, un niño que se reconozca y ame sus raíces, su historia, vislumbrará el futuro como el camino que él puede transformar, trabajará desde la sensibilización, desde la consciencia y enseñará a los suyos valores y principios de transparencia, tendrá un enfoque hacia el respeto y el diálogo, será crítico y participará en su comunidad con la realidad desde su convivencia.

 

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