EDITORIAL

José Alberto Nieto Rector de la Universidad Metropolitana de Educación, Ciencia y Tecnología, Panamá rectoria@umecit.edu.pa

En estos tiempos de pandemia a nivel mundial, uno de los sectores que más ha cambiado y ha tenido sus variables es la educación. Tanto docentes como estudiantes han tenido que adaptarse a las nuevas metodologías de aprendizaje como otras alternativas para llegar al conocimiento.

La educación virtual ha existido desde hace mucho tiempo, pero nunca había tenido tanta relevancia como ahora, donde los ritmos para aprender han cambiado sustancialmente. Todas las instituciones educativas se adaptaron a la nueva modalidad de enseñanza, tratando de hacer un horario flexible con el fin de que tanto docentes como estudiantes manejaran un buen proceso, sin bajar la exigencia. Realmente no fue nada fácil; tanto que varios educandos no aguantaron el ritmo y prefirieron abandonar el barco. Había un nuevo desafío: aprovechar toda la tecnología para irse aclimatando con la nueva educación de manera virtual.

Aunque pueda parecer extraño, la virtualidad sí permite un contacto entre el docente y el estudiante. Los diversos mensajes tanto escritos como orales han permitido un intercambio de conocimientos tanto académicos como de otra índole, lo que ha enriquecido el avance entre las dos partes, a pesar de que no todos han podido tener la conexión con el internet. El contexto en el aprendizaje varía increíblemente de acuerdo a las necesidades de cada institución educativa, desde primaria hasta la universidad. Este cambio ha hecho que haya una mayor flexibilización con el fin de crear nuevas estrategias y didácticas que le permitan a los educandos tener diversas alternativas que lo conduzcan a adquirir mayor discernimiento , de tal manera que se vuelva una persona más crítica y analítica al momento de desarrollar las diferentes actividades que colocan los docentes.

Para las instituciones educativas ha sido un reto acoplarse a los nuevos procesos de enseñanza, procurando mantener la calidad de sus currículos con la ayuda de toda la comunidad educativa, para poder desarrollar procesos que impliquen innovación y creatividad y cumplir con todos los objetivos propuestos en cada una de las áreas del conocimiento.

Se necesita un fuerte compromiso de todos, especialmente de los docentes, para que sus educandos mantengan la atención, el entusiasmo y la energía suficiente, y llevarlos a culminar el grado de formación de manera satisfactoria. Obviamente, las directivas de cada institución deben aportar herramientas que le permitan a todos los docentes crear guías y otras actividades con una participación activa por parte de sus pupilos, teniendo en cuenta las habilidades tanto intelectuales como emocionales, de acuerdo a cada nivel en que se desarrolla el conocimiento.

La educación virtual debe generar competencias que sean acordes a las necesidades de cada institución para formar estudiantes con un sentido de la responsabilidad, donde el proceso de aprendizaje sea continuo y aporte alternativas que permitan un campo laboral más fructífero..

La enseñanza y aprendizaje en espacios virtuales implican procesos de innovación en la manera de transmitir los conocimientos de cada área y adaptarse a nuevas formas de aprender. Los docentes deben saber entender las necesidades de los estudiantes, donde la comunicación juega un papel preponderante y requiere un buen dominio de los canales virtuales para que el aprendizaje sea bastante significativo para ellos.

Se deben escoger los instrumentos más adecuados con el fin que el estudio sea productivo y le permitan a cada institución educativa cumplir con los programas estipulados para cada nivel a distancia, donde se puedan resolver todas las dudas de una manera práctica y en cada una de esas sesiones digitales. El tiempo es fundamental para que cada educando lo maneje de forma adecuada, alternando la parte académica con sus respectivas pausas activas, que le permitan tener un estado físico y emocional equilibrado, alcanzando todas las metas con calidad.

Ahora bien, es importante clarificar que para que la educación virtual tenga el éxito deseado, se deben tomar en cuenta las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación). Con estas, todas las instituciones de educación podrán responder a todas las necesidades de los estudiantes de una manera eficaz y convincente.

El rol del docente cambia de una forma significativa porque no solamente va a transmitir una serie de conocimientos, sino que se vuelve un tutor y facilitador de los estudiantes en sus procesos de aprendizaje. Debe suministrar todos los recursos y didácticas necesarias para inculcarles a sus estudiantes nuevas alternativas de investigación, que puedan crear destrezas y habilidades para desempeñar diferentes roles en la sociedad. Este cambio, en contextos virtuales, requiere que los docentes rompan paradigmas y se ajusten a las normativas que implica trabajar a distancia de una manera más comprometida, en beneficio de sus estudiantes y de toda la comunidad educativa.

Una metodología innovadora de educación en manos de excelentes profesionales, permitirán desarrollar una educación de calidad.

En UMECIT, la educación virtual no se improvisa. La experiencia de 17 años, manejando esta modalidad, permitió que en la pandemia, la educación universitaria de calidad impartida en otras modalidades como la presencial y la semi-presencial, se trasladaran a la virtualidad sin mayores contratiempos. Nuestro modelo académico curricular ciber- humanista, sumado a la voluntad y experticia de los docentes, nos ha permitido estar a la vanguardia y dar la mejor respuesta a la formación de nuestros estudiantes en las distintas disciplinas. Por lo tanto, nos sentimos muy orgullosos y satisfechos del compromiso de toda la comunidad académica, para hacerle frente a la educación en los momentos tan complejos que ha vivido el mundo entero.

Agradecemos a todos los escritores y articulistas, el mantener también la actividad académica, haciendo posible un nuevo volumen de la revista Oratores , que esperamos sea de todo su agrado.

ORATORES ISSN Impreso: 2410-8928 ISSN Electrónico: L-2644-3988 Año 9. Número 14. Junio - Noviembre 2021