EXCLUSIÓN EN COLOMBIA: ALGUNAS REALIDADES

 

Gisela María Laverde Agudelo

I.E. Mariscal Sucre, Colombia

https://orcid.org/0000-0002-6742-388X

giselalaverde@yahoo.es


 

 

 

DOI: 10.37594/dialogus.v1i5.344

Fecha de recepción: 05 /02/2020               Fecha de revisión: 14/02/2020           Fecha de aceptación: 20/03/2020

 

 

RESUMEN

 

La defensa de los derechos humanos inició hace muchos años en la Asamblea Constituyente Francesa en 1789 con la promulgación de los derechos del hombre y el ciudadano; sin embargo, hoy 231 años después casi ningún país ha logrado alcanzar este fin. Para el caso particular de Colombia, que es un país multicultural caracterizado por la diversidad de su población en su territorio y geopolíticamente ubicados y organizados durante toda su historia, aun no logra superar la exclusión, rechazo, vulneración de derechos, segregación y silenciamiento de grupos que son considerados minoritarios pero que siendo humanos parece que no se les considera como tal. Se realiza una revisión de algunos autores y de la historia del país para tratar de identificar por qué esta patria no logra superar estos problemas que se vuelven evidentes para la comunidad internacional gracias a las estadísticas, pero parece que no se desea que sea tan evidente al interior de este. En diálogo con los autores se analizan 4 planteamientos desde los cuales se pueden ver el surgimiento de estos problemas: desde la raza, los denigrados por el lenguaje, el capitalismo y los invisibles o indeseables. Finalmente, concluye haciendo algunas propuestas para lograr la participación de todos los ciudadanos desde una mirada más tolerante e incluyente que vincule desde el gobierno hasta cualquier ciudadano que pueda impactar un cambio para todos.

 

Palabras clave: Indeseables, racismo, exclusión, raza, igualdad.

 

EXCLUSION IN COLOMBIA: SOME REALITIES ABSTRACT

The defense of human rights began many years ago in the French Constituent Assembly in 1789 with the promulgation of the rights of man and the citizen; However, today 231 years later almost no country has managed to achieve this end. For the particular case of Colombia, which is a multicultural country characterized by the diversity of its population in its territory and geo-politically located and organized throughout its history, it has not yet managed to overcome the exclusion, rejection, violation of rights, segregation and silencing of groups. that they are considered minority but that being human it seems that they are not considered as such. A review of some authors and the history of the country is carried out to try to identify why this country is unable to overcome these problems that are evident to the international community thanks to statistics, but it seems that it is not desired that it be so evident to the inside of this. In dialogue with the authors, 4 approaches are analyzed from which the emergence of these problems can be seen: from race, those denigrated by language, capitalism and the invisible or undesirable. Finally, it concludes by making some proposals to achieve the participation of all citizens from a more tolerant and inclusive perspective that links the government to any citizen who can impact change for all.

 

Keywords: Undesirables, racism, exclusion, race, equality.

 

 

INTRODUCCIÓN

Actualmente parece que las organizaciones mundiales tratan seriamente un tema que ha movilizado a los gobiernos y el pensamiento de los sujetos que los dirigen hacia la defensa de los derechos humanos. Pero es importante pensar porqué existe vulneración de derechos y exclusión en todos los países del mundo, si desde la promulgación de los derechos del hombre y el ciudadano en 1789 y cuatro años después Antonio Nariño hizo la traducción para Colombia, en su Artículo 1: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos” se expresa claramente que todos por ser humanos son iguales en derechos, sin embargo, hoy 231 años después, parece que este primer derecho no ha podido sobrevivir y aplicarse plenamente en ningún lugar del planeta.

 

Tal vez, para entender por qué en este momento no se cumplen las leyes que se crean para garantizar este cumplimiento, sea necesario mirar la historia de cada país y para el caso de este escrito, la historia de Colombia. Desde allí se pueden reconocer eventos, tensiones y conflictos que terminaron en lo que hoy es este país tan diverso y multicultural como excluyente. Para tal fin se pensó en 4 aspectos a saber: la raza, los denigrados por el lenguaje, el capitalismo y los invisibles; que al parecer concentran los mayores hechos de discriminación, exclusión y marginación de un alto grupo de los ciudadanos colombianos.


Desde las luchas de los antepasados por liberarse de los amos, hasta la lucha actual por el reconocimiento de sus derechos y valoración como sujetos, ha tenido que recorrer un difícil camino que los marcó e imprimió en ellos una serie de conductas que no logran borrarse del cuerpo y la mente de las sociedades. Una de estas es la necesidad de aprobación o no de los comportamientos o acciones de estos sujetos, pocos logran actuar con libertad y autonomía convirtiéndose en los líderes de estos grupos, pero parece que no es suficiente debido a que después de estas luchas, aún continúan ataduras invisibles relacionadas directamente con esos hechos históricos y actualmente persisten, aunque parecen poco visibles; solo las alcanzan a detectar quienes viven estos flagelos. Otras de las ataduras invisibles se relacionan con las percepciones de las personas, la crueldad con el prójimo, que en algunas ocasiones no se alcanza a percibir o sencillamente se desea ignorar porque los intereses particulares se encuentran por encima de los generales.

 

La Raza: En el mundo existen fundamentalmente 4 razas: blanca, negra, amarilla y cobriza, todas provenientes u originarias de un lugar particular del planeta; así, la blanca es predominante de Europa, la negra de África, la amarilla de Asia y la cobriza de América. Entonces, todas las razas tienen características que las hacen única, pero en los comienzos de la humanidad se dieron hechos que permitieron el nacimiento de la exclusión, maltrato, vulneración de derechos y otros hechos que en la actualidad difícilmente el mundo superará.

 

Existe un rechazo hacia los negros, amarillos y cobrizos (indios) por parte de los blancos. Este tiene sus orígenes en la época de la conquista y la colonia de la mayoría de los países que fueron violentados por los conquistadores que venían de otros lados del mundo. La esclavitud permitió el surgimiento de esta vulneración y en palabras de Hopenhayn, M & Bello, Á. (2001) “el fin de la esclavitud no garantizará la igualdad racial”. (p.8). Para el caso particular de Colombia que fue descubierta por la raza blanca (España), existen situaciones de vulneración que hasta el día de hoy permanecen vigentes y que evitan la igualdad racial esperada por estos grupos que han sufrido el racismo, marginación y desigualdad. Es importante tener en cuenta el valor y postura frente a la diversidad cultural como lo nombra Giménez (2003), “por enriquecedora, de que no sólo no hay que rechazarla tratando de hacer homogénea la sociedad, sino que hay que respetarla, aprovecharla, celebrarla: la denominada y defendida “celebración de la diferencia” (p. 15), sin embargo, el país se encuentra muy alejado de alcanzar este respeto hacia los derechos de los demás y aunque muchos luchan incansablemente por este fin, otros simplemente son indiferentes y continúan replicando conductas de exclusión y rechazo por el color de piel, estructura física o lengua de una raza.


Denigrados por el lenguaje: la discriminación lingüística o en palabras de Gómez (2017) “la semántica del desprecio”(p. 29), que se ejerció sobre los indios, negros y amarillos al referirse a ellos como flojos, indeseables y rebeldes, personas que necesitan siempre de apoyos; que los negros son resistentes a los trabajos fuertes y los indígenas demasiado flojos, que ninguno de ellos tenía alma, luego no eran humanos; entre otros, llevó a la exclusión como resultado de la discriminación racial y esta exclusión llevaría más tarde a la pobreza, entonces hoy existe una relación arraigada entre ser indígena o afro y ser pobre, gracias al uso del lenguaje denigrante y descalificativo que se usó y se sigue usando actualmente.

 

Hoy la pobreza parece una enfermedad creada en un laboratorio por quienes deciden las medidas o herramientas para clasificar a la población en ricos y pobres, valiéndose de la lingüística para este fin, además estas medidas internacionales se establecen basados en otros países y se aplican al resto del mundo, sin tener en cuenta los contextos particulares de cada país. Aquí es importante pensar que estos grupos en Colombia son demasiado pobres en reconocimiento, en aceptación, en valoración de su diversidad, pobres en inclusión por ser víctimas del desarrollo; pero son ricos en diversidad cultural, ambiental, socioeconómica; aspectos que son difíciles de medir y cuantificar, por lo que carecen del valor necesario para ser reconocidos.

 

Con este lenguaje o violencia verbal se ha querido construir la identidad de los sujetos, sin llegar a cuestionar el daño que durante tanto tiempo se ha causado a estos grupos. En palabras de Sanabria (2016) este problema “debilita la preocupación por una revaluación del lenguaje cotidiano que cuestione el uso que se está dando al mismo y la necesidad de transformarlo” (p.76) o talvez llegar a tener una mirada de acogida, aceptación de la diferencia y respeto por el prójimo, se ha convertido para Colombia en un camino largo, tortuoso; con una llegada o meta poco visible y tal vez inalcanzable,

 

Capitalismo: el imperialismo que nació de la conquista y la colonia logró subordinar a la naturaleza y a los humanos al incorporar la esclavitud y mano de obra extremadamente barata o en ocasiones gratis que incrementó el sistema mundial de explotación. Esta hegemonía perdura actualmente en el país, encubierta o enmascarada con otras formas de someter a los ciudadanos a la vida “productiva” sin garantías para el mejoramiento de la calidad de vida de estos. De acuerdo con Suzunaga (2013) “cuanto más se valoriza la mercancía, el objeto, más disminuye el valor del hombre, como sujeto” (p.243), el sistema se encuentra organizado de tal forma que el pobre siga siendo pobre y el rico siga siendo aún más rico. Esta incorporación al trabajo de los grupos mencionados es minoritaria; difícilmente alcanzan los afros o indígenas cargos importantes con buenas retribuciones salariales. Lo anterior, derivado de la “semántica del desprecio” que ha marcado la mente de la población al pensar que son ciudadanos menos brillantes o con menos capacidades.

 

Para Leonor Arfuch et al. (2005), es importante pensar en “cuál es la impronta que… las características de este momento multinacional y financiero del capitalismo, está dejando sobre las capacidades perceptivas de los sujetos y sus procesos de subjetivación” (p.60), es así, como el capitalismo ha hecho creer a los ciudadanos que estos grupos poblacionales son un daño y un problema para la sociedad, así su sola presencia molesta y causa escozor a otros; se vuelven un inconveniente que parece no tener una solución cercana. Cuesta tanto vivir con el otro y respetarlo, que en ocasiones se piensa en deshacerse de ellos o desearían que existiera un rincón en la tierra donde se pudieran depositar para que no dañen las preciadas estadísticas, para no desperdiciar dinero en ellos, para no perder territorio en personas de tan poco valor; aunque la realidad es confusa y no se sabe con seguridad cuantos afrodescendientes e indígenas existen en Colombia, porque estas estadísticas son demasiado inexactas, que terminan invisibilizando y acallando esta población que necesita ser vista y que sus voces sean escuchadas. En el país han ganado representación dentro del gobierno como minorías políticas; los logros y resultados que estos pueden generar para mejorar muchos de sus problemas son mínimos, sin embargo, ha sido una buena forma de empezar, para ser visualizados y reconocidos de alguna forma por los demás ciudadanos. Su ubicación geopolítica es muy marcada, solo encontramos afros en la zona pacífica y costera; en la zona andina y central del país se visualiza su presencia con menos fuerza. Para estos últimos la lucha es aún mayor y en ocasiones interna por su minoría o soledad a la que se deben enfrentar.

 

Para el país sería importante lograr incorporar la idea de Gómez, Sánchez, & Millán (2019) sobre la importancia de la ética en el capitalismo, como una ventana para la construcción de una sociedad, que debe estar abierta al cambio, la competencia y una constante lucha por el crecimiento, manteniendo equilibrios dentro de su dinámica económica, estableciendo límites y barreras a la competencia salvaje de la generación de capital, a fin de preservar, aunque sea en mínimas proporciones, el componente humano y social de nuestra sociedad (p. 34).

 

Con lo anterior se resalta que, aunque el capitalismo tiene algunos efectos negativos sobre los grupos mencionados en este trabajo; también es real que tiene efectos positivos sobre la economía y desarrollo del país, así es importante encontrar un equilibrio o balance entre este y la ética que debe caracterizar las decisiones por el bienestar de todos.

 

Los Invisibles: para Gómez (2017), “si hay razas, hay diferencias y, si la raza se basa en el color, los atributos conferidos a cada color determinan las relaciones jerárquicas de dominadores y dominados” (p.109), razón por la cual estos ciudadanos carecen de derechos y dejan de existir para el estado, son invisibles en lo cultural, político y económico, sin embargo, el grupo perteneciente a la raza amarilla en el país resaltan parecen menos invisibles, al ser asociados al desarrollo económico como comerciantes exitosos, lo que no permite que sean calificados como pobres, caso contrario a los afros e indígenas. En Colombia la raza amarilla no vive el rechazo o exclusión a una porción de territorio, sino por el contrario, se ubican en diferentes regiones del país, pero si sufren la asociación al comercio de comidas típicas de su cultura.

 

Los invisibles por razones de raza llegan a ser una parte de la población excluida pero no son los únicos. La mujer vivió momentos de invisibilidad que muy lentamente ha superado; aunque actualmente ha ganado derechos, sigue sometida a las ideas patriarcalistas de la sociedad, a la brecha o ceguera de género, al abuso físico y psicológico a manos de algunos hombres y que parece que las leyes más estrictas no logran apaciguar. Para María Galindo activista de Mujeres Creando, según Gómez (2017), “el patriarcado es la matriz de opresión más profunda de todas las sociedades y los sistemas políticos y económicos. Es la estructura sobre la cual están construidas las jerarquías sociales” (p.56), la mujer ha logrado demostrar su valor como ser humano, como parte importante para el desarrollo del país; no ha vacilado en formarse profesionalmente y tener representantes en diferentes espacios en los que logró la apertura de puertas que en el pasado encontró cerradas; aun así Colombia vive casos altos de feminicidio, violaciones, acoso y vulneración de derechos; demostrando una gran distancia en alcanzar la igualdad de derechos y la protección del estado central a la mujer.

 

Al mismo tiempo surgen otros invisibles o indeseables como las personas con diversa orientación sexual e identidad de género, los indígenas que tienen que desplazarse a las ciudades por causa del conflicto armado que ha vivido Colombia por más de 50 años, los líderes indígenas y sociales que son perseguidos y asesinados por ser una forma de contradicción política.


Ahora, algunos gobiernos piensan en como deshacer el daño hecho, cómo resarcir a quienes durante tanto tiempo han sufrido en sus territorios por la deshumanización de otros capaces de causar tanto daño por alcanzar sus objetivos particulares. En Colombia los victimarios pertenecientes a las FARC entran al quehacer político y se les dan terrenos para que inicien una nueva vida social y participación con mayor rapidez que a los propios indígenas que ya eran dueños de tierra; entonces llega más rápido la ayuda para el victimario que para la víctima. Hopenhayn & Bello (2000) proponen que “el respeto a las diferencias de cultura, en el campo político, debe conjugarse con la promoción de igualdad de oportunidades en el campo del desarrollo social”. (p. 1), sin embargo, las víctimas de Colombia debe pelear por la restitución de derechos haciendo uso de mecanismos de participación legales, denuncias en los medios de comunicación, protestas y manifestaciones callejeras para hacer valer sus derechos sobre los de los grupos armados y al margen de la ley, de las empresas multinacionales y el capitalismo que desea mantener el estado de servidumbre, el exterminio de otros y la instauración de una nueva forma de esclavitud que mantenga en los ciudadanos el complejo de inferioridad que les permita mantener su poder sobre los invisibles e indeseables de los nuevos tiempos.

 

A MODO DE CONCLUSIÓN

·         Se puede concluir que en Colombia un grupo alto de sujetos viven cada día vulneración de sus derechos humanos debido al racismo, la segregación, la exclusión y rechazo debido a su raza, al capitalismo, al lenguaje denigrante generador de violencia verbal llevándolos a convertirse en los invisibles, indeseables como los nombra Gómez (2017) y en casos particulares en este país, “los perseguidos”.

·         Se debe pensar en la diferencia entre el derecho a la igualdad y el derecho a la diferencia porque ninguno de los dos es igual, en el país se debe diferenciar cuál es la necesidad primordial de los grupos de invisibles, indeseables, ocultos y demás que han sido vulnerados, rechazados o excluidos. Debe pensarse en políticas particulares y no generalizadoras; pensadas desde la multiculturalidad característica del país y no desde la homogeneidad que se espera que tenga.

·         Lo anterior, permitirá la creación de mecanismos de acción eficientes para mejorar la conciencia del colectivo hacia la tolerancia que permita vivir acciones desde la multiculturalidad hacia la interculturalidad. La educación y formación de las nuevas generaciones en el respeto por el otro, la convivencia con la diferencia cultural puede ser un camino inicial que permita acabar con la continuidad de los patrones de exclusión y segregación. Una revisión a la exclusión en salud, educación, participación política y justicia, discriminación y exclusión en el empleo y el trabajo para comprender cómo promover la equidad en todos los campos donde se ha perdido, para alcanzar la distribución de la riqueza con equidad y acceso para todos y no para unos cuantos.

·         Finalmente, debe apoyarse a las organizaciones y grupos de la sociedad civil que trabajan en el combate a la xenofobia, el racismo y todas las formas de discriminación y segregación existentes actualmente en la vida del país; concediéndoles facilidades para acceder a espacios públicos sin ser atacados, emitir mensajes en los medios de comunicación con libertad y sin censuras, participar del diálogo y la vida política con igualdad de condiciones, sin que el dinero de campañas sea el principal impedimento para llegar a esta o la poca trayectoria por falta de padrinos políticos que se interesen en ellos.

·         Una vez sean visibles, escuchados y abiertas las puertas de la participación, es también recomendable permitir una mayor cooperación y trabajo conjunto entre las instancias del gobierno pertinentes y estas organizaciones de la sociedad civil que permitan llegar a alcanzar acciones de comunicación en niveles locales y comunitarios con proyección a lo nacional.

·         Ningún país podrá ganar la batalla contra la exclusión, rechazo, segregación de los grupos que tienen diversidad cultural, si no existe un verdadero deseo de lograrlo; sin un cambio de mentalidad desde el gobierno central, que realmente vea esta situación como un problema de urgente atención. Mientras se sigan viendo con el rabillo del ojo, para pasar por su lado sin ser tocado por su problemática, la situación continuará igual y otros seguirán ese mismo ejemplo, siendo esto lo que ha permitido que durante tanto tiempo la historia se repita sin cambio alguno, como la misma historia sin fin.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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·         Gómez Cano, C., Sánchez Castillo, V., & Millán Rojas, E. (2019). Capitalismo y ética: una relación de tensiones. ECONÓMICAS CUC, 40(2), 31-42. https://doi. org/10.17981/econcuc.40.2.2019.02


·         Gómez Nadal, P (2017). Indios, negros y otros indeseables. Capitalismo, racismo y exclusión en América Latina y el Caribe. Ecuador: AVYA YALA.

·         Hopenhayn, M & Bello, Á. (2001). Discriminación étnico-racial y xenofobia en América Latina y el Caribe. Cepal: Santiago de Chile.

·         Hopenhayn, M & Bello, A. (Octubre, 2000). Tendencias generales, prioridades y obstáculos en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. América Latina y el Caribe. Trabajo presentado en seminario regional de expertos para América Latina y el Caribe sobre medidas económicas, sociales y jurídicas para luchar contra el racismo, con referencia especial a los grupos vulnerables, Santiago de Chile.

·         Leonor Arfuch et al. (2005). Identidades, sujetos y subjetividades compilado por Leonor Arfuch - 2a ed - Buenos Aires: Prometeo Libros.

·         Sanabria Velásquez, M. V. (2016). Ejercicios de dominación y exclusión a través del lenguaje cotidiano.

·         Sartori, G. (2001). La Sociedad Multiétnica, Pluralismo, Multiculturalismo y Extranjeros. Editorial Taurus

·         Suzunaga, J. C. (2013). Modernidad, crueldad y exclusión del sujeto, o las contradanzas del discurso capitalista. Desde el Jardín de Freud, (13), 239-256.