REFLEXIONES EN TORNO A LA CALIDAD Y LA PERTINENCIA DE LA EDUCACIÓN COLOMBIANA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES


 

Fecha de recepción:   01/06/2017      Fecha de revisión: 08/09/2017   Fecha de aceptación: 06/11/2017

 

RESUMEN

 

Este ensayo es una reflexión acerca de la educación como eje fundamental para el porvenir de cualquier nación en el planeta. Sin educación los pueblos no progresan, tal hecho se constata diariamente en la realidad mundial. La educación es la llave que abre todas las puertas. Se analiza además la realidad educativa colombiana en términos de calidad y pertinencia de la educación, la tendencia a la estandarización a partir de las Pruebas de Estado, que responden a requerimientos impuestos desde organizaciones internacionales con motivaciones estrictamente económicas. Por último se profundiza en el papel que los maestros tienen en la transformación coyuntural del modelo educativo en el actual momento de la historia del país.  “La escuela ha fracasado” es la conclusión a la que se puede llegar al ver el tipo de ciudadanos que se están formando en Colombia; la corrupción, el deplorable manejo del medio ambiente, la violencia presente; son entre otras tantas, las consecuencias de ello, por eso debemos despertar y promover ese cambio desde la gestión escolar, el diseño y la ejecución de los programas pertinentes a las necesidades del mundo de hoy. Pero es en el maestro donde hay que centrar los esfuerzos ya que este tiene estima social por su labor loable, pero no estatus social, la capacitación y el mejoramiento de las condiciones laborales de los docentes, la formación en liderazgo y en habilidades sociales para los promotores de la educación  son una exigencia en el mundo y específicamente en Colombia si queremos que se den los avances que deseamos en educación.

 

Palabras Clave: Evaluación, calidad, pertinencia, cambio.

 


REFLECTIONS REGARDING QUALITY AND THE RELEVANCE OF COLOMBIAN EDUCATION FROM THE PERSPECTIVE OF EVALUATION OF LEARNING

 

ABSTRACT

 

This essay is a reflection on importance of education as the fundamental axis for the future of any nation on this planet. Without education people do not progress, this fact is verified daily in the world reality. Education is the key that opens all doors .It also analyzes the Colombian reality in terms of quality and relevance of education, the tendency to standardize from the state tests that respond to requirements from international organizations with strictly economic motivations. Finally there is an in-depth study of the role that teachers play in the conjunctural transformation of the educational model in the present moment of the country’s history. “The school has failed” is the conclusion that can be reached by seeing the type of citizens that are being formed in Colombia; corruption, deplorable management of environment, the present violence; are, among other things, the consequences of this, so we must awaken and promote this change from school management, design and implementation of programs relevant to the needs of today's world. But it is in the teacher that the efforts have to be focused since he has social esteem for his laudable work, but no social status, training and improvement of teachers' working conditions, leadership training and social skills for Promoters of education are a requirement in the world and specifically in Colombia if we want the advances we want in education.

 

Key Words: Evaluation, Quality, Relevance, Change.

 


INTRODUCCIÓN

 

En cuanto a la importancia de la educación para el desarrollo social de un país, anotamos que la educación es fundamental para el porvenir de cualquier nación en el mundo. La educación está en la base y  es la esencia del avance de un pueblo en todos los aspectos: cultural, científico, tecnológico; es el motor del progreso humano,  no solo en términos mercantilistas o de capital económico sino en términos de lo que Pierre Bourdieu (citado por Rincón Villamil, 2010)  denomina el  capital social,  el capital cultural que nos lleva a obtener un gran capital simbólico; y es que la educación asegura la supervivencia de la especie y la transmisión de todo el legado humano, no sólo en conocimientos y en información, sino en costumbres, tradiciones y todo el patrimonio que las generaciones se heredan entre sí un bagaje histórico, permitiendo el progreso a partir del pasado y proyectándose hacia el futuro.

 

Sin educación los pueblos no progresan, tal hecho lo constatamos diariamente, La educación es la llave que abre todas las puertas. Si se restringen las oportunidades a los futuros ciudadanos, se está limitando el futuro del país, aumentando los índices de violencia, de pobreza y de otros flagelos contra los cuales la mejor arma que podamos tener  es la educación.

 

En Colombia a nivel legal en la Ley No.115 (General de Educación) promulgada el 8 de febrero de 1994, en su artículo 5   plantea de manera detallada los fines de la educación en este país.   De acuerdo con dicho planteamiento, si ese plan programático se llevara a cabo tal y como se plantea desde hace 22 años, hoy sería otra la realidad de nuestro país. La ley plantea lo siguiente textualmente:

 

“Artículo 5. - Fines de la educación.

De conformidad con el artículo 67 de la Constitución Política, la educación se desarrollará atendiendo a los siguientes fines:

 

1. El pleno desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los derechos de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos;

2. La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad;

3. La formación para facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación;

4. La formación en el respeto a la autoridad legítima y a la ley, a la cultura nacional, a la historia colombiana y a los símbolos patrios;

5. La adquisición y generación de los conocimientos científicos y técnicos más avanzados, humanísticos, históricos, sociales, geográficos y estéticos, mediante la apropiación de hábitos intelectuales adecuados para el desarrollo de1 saber;

6. El estudio y la comprensión crítica de la cultura nacional y de la diversidad étnica y cultural del país como fundamento de la unidad nacional y de su identidad;

7. El acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y demás bienes y valores de la cultura, el fomento de la investigación y el estímulo a la creación artística en sus diferentes manifestaciones;

8. La creación y fomento de una conciencia de la soberanía nacional y para la práctica de la solidaridad y la integración con el mundo, en especial con Latinoamérica y el Caribe;

9. El desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional, orientado con prioridad al mejoramiento cultural y de la calidad de vida de la población, a la participación en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas y al progreso social y económico del país;

10. La adquisición de una conciencia para la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente, de la calidad de la vida, del uso racional de los recursos naturales, de la prevención de desastres, dentro de una cultura ecológica y del riesgo y la defensa del patrimonio cultural de la Nación;

11. La formación en la práctica del trabajo, mediante los conocimientos técnicos y habilidades, así como en la valoración del mismo como fundamento del desarrollo individual y social;

12. La formación para la promoción y preservación de la salud y la higiene, la prevención integral de problemas socialmente relevantes, la educación física, la recreación, el deporte y la utilización adecuada del tiempo libre, y

13. La promoción en la persona y en la sociedad de la capacidad para crear, investigar, adoptar la tecnología que se requiere en los procesos de desarrollo del país y le permita al educando ingresar al sector productivo”.

 

¿Por qué hoy entonces vemos que la realidad se aleja de esas pretensiones en tan noble papel? Aunque se tienen avances parciales en cobertura sobre todo en básica primaria y en básica secundaria, aún el sistema tiene una deuda con la primera infancia, ya que sólo la educación privada tiene los tres grados de preescolar, los niños de estratos bajos acceden a la educación a los 5 años y otra deuda grande es con los jóvenes que no pueden acceder fácilmente a la educación superior. Sólo el 45% de la población accede a la universidad, de acuerdo con las estadísticas del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior SINIES (2015),   adscrito al Ministerio de Educación Nacional de Colombia (MEN). Por su parte, en las líneas estratégicas de la política educativa del MEN (2015) el lema “Colombia la mejor educada”, como estrategia para responder a las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que agrupa a 35 países miembros, entre los cuales Colombia desea consolidarse;  y con ello se pretende mejorar la calidad de la educación a partir de una serie de programas innovadores, pero que hasta el momento no evidencian notables resultados, además de que se le asignan presupuestos insuficientes.

 

Trabajar para la calidad de la educación no implica solamente trabajar para el resultado de unas pruebas estandarizadas como las PISA , ya que en ellas se evalúa  solo un elemento de la educación en aspectos meramente cognitivos, pero la calidad de la educación es más que eso. Se requiere apostarle a la pertinencia, a la integralidad y no se puede abordar lo cognitivo exclusivamente, se debe buscar  por otra parte la equidad;  que todos los niños sean apoyados de la misma manera, que se den la misma oportunidad para todos garantizando  el desarrollo de competencias básicas como  herramientas para vivir en sociedad. Sin tener presente   la  pertinencia no podemos evaluar la calidad de la educación en un país como Colombia u otro de Latinoamérica.

 

Si hay baja calidad, si no se logran las competencias mínimas como la lectura, la escritura, la argumentación, la proposición y otras llamadas básicas, no podemos hablar de  democracia en un país. No se puede hablar de país democrático cuando un estudiante no entiende las ideas de un párrafo ni decodifica mensajes para expresar su punto de vista personal como ciudadano. La educación es el mejor instrumento que se tiene para formar la democracia. Kant decía que el papel de la educación es formar mayores de edad, con criterio propio; en nuestro país hay pocos mayores de edad en este sentido. De ahí que no se trate de invertir dinero solo en educación,  sino en invertir en una nueva educación que enseñe a pensar, a sentir  a resolver los problemas del contexto real.

 

En Colombia se ha venido  desarrollando un buen sistema de seguimiento con las pruebas SABER-ICFES que están bien concebidas desde el punto de vista de  evaluación de competencias, que podrían incluso estar mejor concebidas que las pruebas internacionales PISA. Por ejemplo, la prueba diseñada para el grado undécimo, según Cortés Ruiz (2015)  evalúa competencias como: 

 

En matemáticas:

     1. Interpretación y representación.

     2. Formulación y ejecución.

     3. Razonamiento y argumentación.

 En lectura crítica:

     4. Identificar y entender los contenidos explícitos de unos textos.

     5. Articulación de un texto.

     6. Reflexión de contenido.

En Sociales y ciudadanas:

     7. Pensamiento social.

     8. Interpretación y análisis de perspectivas.

     9. Pensamiento reflexivo y sistémico.

En Ciencias naturales:

    10. Uso comprensivo del conocimiento científico.

    11. Explicación de fenómenos.

    12. Indagación.

En inglés:

     13. Competencia lingüística

     14. Competencia pragmática.

     15. Competencia sociolingüística.

 

No obstante, en muchos casos, además de focalizarse en aspectos cognitivos, se desconocen los diversos contextos de las distintas regiones del país. El subir el puntaje  en los resultados no es suficiente para garantizar una educación de calidad, es sólo una forma de dar gusto a las exigencias de la OCDE y tener un lugar en la lista de países asociados a la misma. 

 

A nivel pedagógico como tal, tenemos uno de los logros más importantes en   el modelo de Escuela Nueva, escuela activa; basado en las escuelas unitarias de la UNESCO en los años 60. Dicha experiencia en Colombia es significativa y replicada en otras latitudes del mundo, sin embargo, no se cuenta con el apoyo gubernamental suficiente para seguirla promoviendo eficazmente. Pese a que no se tienen las mejores condiciones y recursos, el modelo es exitoso porque simplemente parte   desde la pertinencia y es contextualizado a las necesidades del medio, en su mayoría entornos rurales y de difícil acceso. De esta manera educar se convierte en enseñar  a pensar de manera crítica, generando desarrollo, ya que el estudiante analiza mejor su realidad e interactúa mejor con el mundo. 

 

Pero a pese a estos esfuerzos aislados, evidenciamos que el deber ser de la escuela en la práctica se distancia y no es coherente con lo que se necesita en  el contexto. ¿Qué debe enseñar la escuela? es una pregunta recurrente en nuestro país, ¿competencias, estándares,  currículos impuestos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)? , ¿Asignaturas coyunturales propuestas por congresistas y gobernantes que no saben nada de educación y legislan desde sus intereses de partido? Mientras la educación la decidan los políticos no se logrará que sea pertinente. En Colombia no hay Política Pública Educativa, cada ministro de educación llega a empezar de nuevo, no hay programas a largo plazo coherentes, no hay pacto por la educación, no se construye desde los actores mismos, no se le asignan los presupuestos debidos. La corrupción se ha apropiado de los recursos que deberían estar destinados a la educación.  Frente a este panorama nos queda seguir luchando por dignificar el que hacer docente y buscar reivindicar la educación como el motor de desarrollo  de los pueblos.

 

Es evidente, además, el  papel que juega el recurso humano en la garantía de la calidad de la educación. Por ello es fundamental capacitar no solo a    docentes, sino también a los gestores, a los directivos, a quienes planean la educación y proyectan las políticas educativas del país. Se debe fomentar la formación en liderazgo pedagógico en el país en todos los actores que intervienen en la planificación y prestación del servicio educativo.

 

El informe Mckinsev (2007) afirma que la calidad de la educación dependerá de la formación de maestros por un lado, y de la buena selección y evaluación de los mismos. La reflexión de los docentes hagan de su propio que hacer,  gesta la revolución pedagógica que necesita el país y Latinoamérica, maestros que discutan sobre su práctica y maestros que enseñen a maestros son quienes  requerimos hoy en día.  Las reformas educativas rara vez tienen éxito sin un liderazgo efectivo tanto a nivel de la escuela como del sistema propio, liderazgo sostenido comprometido y talentoso. Ninguna escuela  logra sus objetivos más nobles  sin ese liderazgo, por eso es necesario empoderar las comunidades para que asuman el destino de sus instituciones y hagan arte y parte de la propuesta educativa desde el principio de la autonomía.

 

Desde hace unos 30 años ya se hablaba de la necesidad urgente de    cambiar la educación en América Latina.   Surge entonces la pregunta ¿por qué será que la escuela no cambia? El mundo ha cambiado demasiado, pero no tanto la educación, el aula de clase no ha cambiado. La institución más conservadora sobre la tierra, la que menos ha cambiado en los últimos 40 años es la escuela. Esta escuela hay que cambiarla porque el mundo social y económico ha cambiado hacia la globalización por el nuevo papel de la información, la llamada sociedad del conocimiento. El cambio más grande y más complejo es que el cerebro se ha sacado del cerebro, el acceso a la información es ilimitado. Estamos muy cerca de tener un acceso ilimitado a la información. En la llamada era de la Información y la comunicación,  todas las respuestas estarán a la mano, pero no estarán todas las preguntas, la capacidad de generar nuevas preguntas que impongan retos investigativos, la admiración y el asombro será lo que debemos despertar en las aulas. El cambio es que la inteligencia se salió de la esfera del cerebro para pasar a los dispositivos electrónicos, ordenadores, teléfonos inteligentes, etc. Está equivocado el sentido de la educación, la escuela no entiende que la información está afuera, la lógica es seguir pidiéndole información al estudiante está desfasada. El mundo se conectó, todo está interconectado menos la escuela, la escuela está totalmente fragmentada y aislada. 

 

Más grave aún hoy el problema de la educación es  ya que el mundo se flexibilizó y la educación se vuelve rígida.  Hay que cambiar la escuela, lo que pasó en el mundo es contrario a lo que sucede en la escuela. Se sacude el cerebro salvo en la escuela. Seguimos montados en el cuento de dar información de basar los currículos solo en contenidos y no en las habilidades de selección, análisis y uso crítico de la información. 

 

“La escuela ha fracasado” es la conclusión a la que se puede llegar al ver el tipo de ciudadanos que se están formando en Colombia; la corrupción, el deplorable manejo del medio ambiente, la violencia presente; son entre otras tantas, las consecuencias de ello, por eso debemos despertar y promover ese cambio desde la gestión escolar, el diseño y la ejecución de los programas pertinentes a las necesidades del mundo de hoy. Pero es en el maestro donde hay que centrar los esfuerzos ya que este tiene estima social por su labor loable, pero no estatus social, la capacitación y el mejoramiento de las condiciones laborales de los docentes, la formación en liderazgo y en habilidades sociales para los promotores de la educación  son una exigencia en el mundo y específicamente en Colombia si queremos que se den los avances que deseamos en educación.

 


BIBLIOGRAFÍA

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. (1994). De Educación, L. G., p.115, Colombia.

 

CORTÉS RUIZ, Luisa Fernanda. Competencias que Evalúa la Prueba SABER 11 Según el ICFES, IPLER, Junio 22 de 2015. En:

http://blog.ipler.com/que-evalua-la-prueba-saber-11

 

MCKINSEV & COMPANY. (2007). Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos. Septiembre de 2007, p. 87.

 

MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL DE COLOMBIA. (2015) Colombia la Mejor educada en 2025. Líneas Estratégicas de la Política Educativa del  MEN, Colombia.

 

RINCÓN VILLAMIL, Oscar Andrés. (2010). Análisis de la política educativa actual en Colombia desde la perspectiva teórica de Pierre Bourdieu, MAGISTRO, 4(8), p. 33-48.

 

SISTEMA NACIONAL DE INFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR (SINIES). (2015). Estadísticas sobre Educación Superior en Colombia SINIES, Colombia.

En: http://www.mineducacion.gov.co/sistemasdeinformacion/1735/w3-article-212400.html